Los Gallos Blancos de Querétaro atraviesan una tormenta deportiva, financiera y política que los coloca en el ojo del huracán. Mientras en la cancha el equipo suma derrotas dolorosas, fuera de ella se acumulan dudas sobre su futuro administrativo y hasta sobre la posibilidad de un nuevo estadio.
Crisis deportiva en la cancha
El cuadro queretano cayó nuevamente, esta vez frente a Tigres con marcador de 2-0. Los goles de Juan Brunetta y Marcelo Flores evidenciaron las carencias ofensivas y defensivas de un equipo que ya acumula siete descalabros en el torneo. La afición comienza a perder la paciencia, y los Gallos siguen hundidos en la tabla general sin un proyecto futbolístico claro.
Cuentas congeladas: ¿golpe mortal al club?
La controversia no termina ahí. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores congeló las cuentas del club como parte de una investigación federal, un hecho que también alcanzó a los Xolos de Tijuana. Esta medida podría complicar seriamente la operación financiera del equipo, encendiendo las alarmas entre jugadores, cuerpo técnico y proveedores.
¿Estadio nuevo o simple rumor político?
Un aparente rayo de esperanza surgió con la revelación de un supuesto proyecto para construir un nuevo estadio propiedad del club. Sin embargo, el propio gobernador Mauricio Kuri fue tajante: “no se contempla un nuevo estadio para Gallos Blancos”. La contradicción entre la directiva y el gobierno ha generado incertidumbre y sospechas de intereses políticos detrás de los anuncios.
Refuerzos bajo la sombra
En medio de este caos, la directiva intentó levantar el ánimo con la llegada de tres refuerzos, destacando al español Carlo Adriano, exjugador del Villarreal. Pero la pregunta es inevitable: ¿pueden los nuevos fichajes cambiar el rumbo de un club que parece atrapado en problemas más profundos que lo futbolístico?
Sin apoyo público
A la par, el alcalde de Querétaro cerró la puerta a cualquier tipo de financiamiento público para el equipo, dejando claro que, pese a la compra por Innovatio Capital, los Gallos deberán sobrevivir por su cuenta.
Los Gallos Blancos viven uno de los momentos más turbulentos de su historia reciente: derrotas, crisis financiera, contradicciones políticas y un futuro incierto. La afición se pregunta: ¿es este el principio de una renovación o la antesala de un nuevo colapso?
