Ciudad de México. — En una noche vibrante de fútbol en la capital, los Gallos Blancos de Querétaro demostraron coraje y entrega al empatar 2-2 frente a la poderosa Máquina Celeste de Cruz Azul, en un duelo correspondiente a la Jornada 10 del Apertura 2025 de la Liga MX.
El partido comenzó con intensidad desde el silbatazo inicial. Cruz Azul, con el apoyo de su afición en el Estadio Ciudad de los Deportes, buscó imponer condiciones y encontró pronto recompensa con una anotación que encendió las tribunas. Sin embargo, los Gallos no se intimidaron: al contrario, desplegaron garra, velocidad y un fútbol directo que sorprendió a los cementeros.
Corría el minuto 74 cuando el estadio quedó en silencio por un instante… y luego explotó. Desde su propio campo, casi a la altura del círculo central defensivo, el jugador de Querétaro vio adelantado al arquero de Cruz Azul. Con una frialdad admirable y una visión digna de genio, levantó la cabeza, acomodó el balón y soltó un zapatazo de derecha que salió como un misil teledirigido.
La pelota viajó más de 70 metros por el aire, describiendo una parábola perfecta que dejó a todos con la respiración contenida. El arquero celeste retrocedió desesperado, estiró los brazos al máximo, pero fue inútil: el balón se incrustó en la portería con un golpe seco que desató la locura en la tribuna.
El gol no fue solo una anotación: fue una obra de arte, un gesto de valentía y talento que se graba para siempre en la memoria del fútbol mexicano. Los aficionados de Querétaro celebraron como si se tratara de un campeonato, mientras los seguidores cementeros solo podían mirar incrédulos cómo la red ondeaba tras un disparo histórico.
Ese tanto no solo decoró el empate, lo convirtió en un partido legendario. Una hazaña que mañana será repetida en videos, relatada en programas deportivos y recordada como uno de los goles más espectaculares del Apertura 2025.
Homenchenko, alma del equipo
El mediocampista uruguayo Santiago Homenchenko fue protagonista indiscutible. Con temple sudamericano y visión de campo, se hizo dueño del mediocampo y anotó un gol que levantó de sus asientos a los seguidores queretanos. Su tanto no solo equilibró el marcador, sino que también inyectó confianza al resto del plantel.
Un partido de ida y vuelta
El encuentro se transformó en un auténtico vaivén. Cruz Azul respondió con otro gol que parecía sentenciar la historia, pero Querétaro, fiel a su esencia de lucha hasta el final, encontró en los últimos minutos la fórmula para rescatar un empate. La anotación fue celebrada como un triunfo, porque no solo significó un punto valioso en la tabla, sino también una muestra de carácter frente a uno de los equipos más poderosos del torneo.
Un empate con sabor a victoria
El silbatazo final dejó un ambiente cargado de emociones. La afición de Querétaro, que viajó para alentar a sus Gallos, cantó con orgullo tras ver a su equipo plantar cara y salir con la frente en alto.
Con este resultado, los Gallos Blancos mantienen vivas sus aspiraciones en el torneo y envían un mensaje claro: nadie puede subestimarlos. El empate ante Cruz Azul sabe a gloria, no solo por el rival, sino por la forma en que lo consiguieron, luchando cada balón como si fuera el último.
Resumen y goles:
